sábado, 9 de febrero de 2013

De fantasmas y puntos


Tengo amigos con unos Blogs padrísimos. Secretamente envidio su creatividad y dinamismo para renovarlos. No es mi caso, y pido disculpas por ello. Creo que me afectó muchísimo el no ir al kínder. Estoy medio estúpida con el manejo de las tijeras, batallo para ubicar la izquierda y la derecha (relojito no te acabes) y soy un caso cuando de combinar colores se trata. ¡Sufro! A eso hay que agregar que debí haber nacido en la época de Benjamín Franklin porque las computadoras me estresan. Sirvan mis argumentos para explicar el regreso a la platilla punteada. La otra era trés chic, pero me hacía sentir ajena, no sé si me explique, el caso es que espantaba mi redacción. Parecía el espacio de otro y a mi no me gusta invadir ni que me invadan. El tiempo pasó -como suele suceder- y a mí se me fue octubre sin postear acerca de Gerry Conlon y el terrible error de la justicia inglesa. ¡Sí! los miscarriages existen, y no solo en nuestra nación jota.
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He pensado mucho en los fantasmas. No en los que hacen ¡Bu! sino en los que abruman y fastidian la existencia, por ejemplo, un sueño no cumplido, la partida de un ser querido o la actuación de alguna figura de autoridad, entre muchos otros. Soy un ser habitado por fantasmas. Hace algunos años fuí a terapia psiquiátrica y aprendí a sobrellevarlos. Creo que tras la terapia, los fantasmas pasan largas temporadas dormidos, hasta que un día ¡PUM! salen a la superficie y me confrontan.
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Este octubre 2009 me remití a mi infancia. No voy a desacreditar a mi mamá, pues ella siempre hizo lo que pudo por mi bienestar, pero sé que en aras de que tuviera una vida cómoda, me sugirió tomar desiciones que bifurcaron mi camino. Una de esas, tal vez la más trascendental, fue la académica. Estando en cuarto grado, descubrí que existía el Museo Nacional de Antropología e Historia y quise trabajar en él. La maestra me explicó que ahí estaban los mejores arqueólogos y que esos tipos se dedicaban a buscar vestigios de las civilizaciones pasadas. Le platiqué a mi madre, y ella, pensando que era muy pequeña, me dijo: Ya casi todo está descubierto y los aqueólogos y antropólogos no tienen mucho que hacer... si estudias algo así, con suerte terminarás barriendo las salas del museo. Fin de la cita, principio de la autoimposición. ¿Su proyección era certera? No he querido averiguarlo y vedé el tema, por eso no conozco el museo (a pesar de que he ido bastantes veces al DF) A fin de cuentas creo que mi pasión siempre fue investigar y me pagan por hacerlo, así que no debo quejarme. Tengo una cedúlita profesional de color verde en donde dice que soy Licenciada en Derecho y la abogacía me ha abierto muchas puertas, además de que me ha permitido conocer personas invaluables. El fantasma primarioso se empeña en hacerme creer que me falta algo y ese sentimiento de vacío a veces me deprime. Fin de la regresión ¿O continuación del autoconvencimiento?
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No sé si los fantasmas se hereden y me aterra la idea de traspasarle algunos a mis hijas. Ambas me caen re-bien y no quiero que frustren sus planes antes de iniciarlos. Mis posibilidades son otras, pues yo trabajo y mi mamá no lo hacía. ¡Pero! (nunca faltan LOS pelos y los peros...) ¿Como diablos se eliminan las apariciones en las vidas de otros? ¡Menudo lío en el que nos metimos los que decidimos ser padres! ¡Sobre todo si somos clavados y analíticos como esta humilde servilleta! Mis intenciones son buenas y están, solo falta que -al más puro mexican style- jalen...

6 comentarios:

Dalígula dijo...

Hey, Montse... fíjate que a mi papá también medio le espantaron su sueño de ser arqueólogo. Bueno... mejor dicho, se lo espantaron y punto. Mi abuelito lo obligó a elegir otra carrera y ahora ahí lo tenemos, levantando piedritas de todos lados...

Yo creo que por eso no puso ningún grito en el cielo cuando mi hermana decidió estudiar historia y yo arte: él ya sabía lo que se siente que te digan que no hagas algo que deseas.

Claro que pasados los años aún me pregunto si elegí bien... pero ultimadamente ya es problema mío y yo siempre le agradeceré a mi señor padre que jamás intentó imponer su voluntad cuando se trató de elegir una carrera y que siempre me apoyó cuando le llegaba con ideas de cursos que quería tomar.

Cuando tus jijas estén en esas... pues tu sabrás que hacer, jejejeje... pero creo que es importante valorar sus decisiones y ayudarlas a cumplir sus metas. Y si acaban barriendo el recinto donde siempre quisieron laborar, seguramente se les ocurrirán algunas ideas para salir del bache...

Abrazo!

*D

Normab dijo...

Cuanto sin leernos nena,sabes envidio tu blog tan escondidito

Lo importantes es lo que transmites Monse,pronto sacare mi blog para gente exclusiva,en el que tengo estoy cerrando un ciclo.

Que un fantasma no te robe tus sueños.....tarde o temprano cumple con alguno de ellos...
Un besho amiguis y gracias por darme valor

Montserrat dijo...

Hola Dal!

Que loco que tu papá qusiera ser arqueólogo!!! Fíjate que a raíz de tu comentario he pensado si mi mamá me impidió estudiar arqueología, o si yo fui la que no se dió la oportunidad de hacerlo. Ya ni me acuerdo, ya vez que como dice el poema "el olvido anula o modifica el pasado"

Y se me hace loco, porque soy hija de un chef y de una mujer que estudió ingeniería en sistemas en los setentas!!!! carreras nada convencionales, pero bueno! Intentaré ser alivianada como tu papi y darle a mis hijas la oportunidad de estudiar lo que les apetezca, total siempre habrá un banco naboso en donde arraigarse de recursos materiales jajajaja.

Normis! Me sorprende lo del blog! ¿como que vas a cerrar un ciclo? Que mujerón Dios mío!!!! Ojalá empieces otro, porque leerte siempre es interesante y retroalimentador. Gracias por tus palabras, yo creo que tu vales demasiado, porque eres una guerrera.

Besos a las 2!
M.-

la burbuja de yol dijo...

¿Como diablos se eliminan las apariciones en las vidas de otros?... yo creo que dejandolos ir.

Yo de chiquita quería ser zanahoria, de esos que barren las calles porque me llamaba mucho la atención el color. que bueno que de ahi no pasó, pero me impresiona que desde chiquita te haya llamado la atención la antropología. Mi papá me obligo en un dia de loquera a estudiar arquitectura, yo safo, sabia que no era buena para eso. Tu no te preocupes y apoya mucho a tus hijas cuando sientan alguna inquietud, viendo las dos caras de la moneda. no se si me explique bien o cantinflie, pero me da gusto estar desvelada en este ratito que tu estas.

un abrazo comadrita!!

nos seguimos leyendo

Yol

Montserrat dijo...

Yol!

Ya sé, a la hora que me escribiste te había dejado un comentario en tu blog! y era bien tarde!!! Desvelada total =)

Fijate que mi hermano Andrés quiso durante mucho tiempo (como los 3 años de kinder) ser vendedor de estampitas afuera de las escuelas. De verdad! le preguntabas y te decía con mucho orgullo y seguridad, así como si te estuviera diciendo corredor de bolsa o ingeniero. En fin! Ahora es ingeniero y no sé si se acuerde de la primera profesión que le apeteció, quiensabe porque es retefresa!

Gracias por las porras, ojalá que tenga las ideas claras para guiar a esas niñas. Dios quiera!

Besote!
M.-

Anónimo dijo...

Your blog keeps getting better and better! Your older articles are not as good as newer ones you have a lot more creativity and originality now keep it up!