miércoles, 24 de diciembre de 2008

Love is all you need

Ayer cumplí 31 años. Recibí regalos, llamadas, correos, visitas, avisos del más allá y estuve contentísima. Hice un examen de conciencia. Resumí lo que ha sido este 2008 de los 30, con sus encuentros, desencuentros, descubrimientos, pérdidas, mantenimientos, penas y alegrías. Yo nunca me planteé metas para los treinta. Ni la típica de tener la súper chamba, ni la de casarse, ni la de los hijos. Así que para mí, el 2008 implicó consolidar muchas cosas, darme cuenta de que tenía mucho y de que durante años, el egoísmo, el miedo, la necedad, me habían impedido recibir más. A pesar de que el 2008 trajo muchas complicaciones económicas y laborales, creo que fue un muy buen año. Conocí gente maravillosa y la vida me permitió reencontrarme con amigos y comprometerme a intentar ser una buena amiga, una persona cercana. Los 31 implican muchos retos, pero el principal es crecer, ser un adulto consciente y -como diría papá pollo- hallar, agarrar fuerte y nunca perder el sentido común. Muchas gracias a quienes comparten conmigo este recorrido de letras. Escribir (mal o bien) me ha hecho muy feliz.
Les envío mi mejor deseo para que esta Navidad reentendamos al amor, como la fuerza que nutre el espíritu y al espirítu, como la parte más importante de nuestro ser, motor del planeta y el tiempo. A mí todavía me falta un largo camino para entenderlo y practicarlo, pero por lo menos, ya abrí los ojos y el corazón para captar las señales.

2 comentarios:

Dalígula dijo...

Hola.. aquí pasando a saludar.
Leí algunos de tus posts y están interesantes.. pero después le sigo porque ya me voy a dormir, jeje.

Que pases un feliz último día del año y que el siguiente sea mejor.

D

Montserrat dijo...

Muchas gracias por pasar Dali. Yo también te deseo lo mejor.

Un abrazo.