domingo, 24 de mayo de 2009

Amazing parte II

Life is a journey, not a destination.
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Muchos años antes de que Dan Goleman se hiciera millonario con su best seller de la inteligencia emocional y de que fuera revelado el secreto atesorado por Rhonda Byrne, escuchè sobre la posibilidad de encontrar la armonìa personal. El responsable fue el maestro Luis Lauro Garza Duque. Luis Lauro -como pedìa que le llàmaramos- se encargò de grabar en mi memoria que se nace preparado para que nos vaya mal, para estar frustrados por no poder materializar los planes, pero que lo difìcil es creer que se puede tener èxito, cumplir los sueños y ser feliz. Su clase era un bàlsamo. Luis Lauro, al màs puro estilo de John Keating, lograba la convivencia de adolescentes con diferentes ideologìas, aspiraciones, caràcteres y nivel cultural. Si hàblabamos bien de otra persona decìa que espejeàbamos. Si nuestros ojos se abrìan ante una revelaciòn gritaba ¿te cayò el centenario, verdad?. Si lloràbamos en alguno de los ejercicios nos incitaba a que nos jàlaramos los pelos, golpeàramos las paredes y vivièramos la emociòn al lìmite.
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Esas clases de relaciones humanas me visitaron la semana pasada cuando Edgar y yo intentàbamos ponernos de acuerdo acerca del equilibrio personal. ¿Còmo ser optimistas sin pasarse de la raya? ¿Còmo armar un plan alterno para torear las frustraciones sin caer en ellas? Esa fue, es y serà LA meta. Despuès de muchas palabras, coincidimos en que la forma màs fàcil de encontrarlo era creer. Creer en nosotros, en la gente que nos rodea, en lo que vivimos, en que estamos protegidos, en que los errores nos haràn crecer y en que hay una fuerza suprema -llàmese Dios, la vida o el karma- que nos ve y que conoce nuestros intentos por estar bien y ser mejores personas. Casi al terminar la plàtica, Edgar recibiò una llamada en su celular. Era la aceptaciòn de una propuesta hecha tiempo atràs. Callamos, reìmos, y complementamos el momento oyendo Amazing, de Aerosmith. No lo dije, pero entendì, que de verdad existe algo que actùa cuando los humanos nos adentramos en entornos positivos. La crisis, el desempleo, las deudas, las frustraciones, las enfermedades y todos y todos los problemas que a diario enfrentamos son solo los aderezos de esta sabrosa ensalada que es la vida. Bon appètit!

2 comentarios:

NORMAB dijo...

cREER EN NOSOTROS,ES UNA IMAN SUMAMENTE PODEROSO,SABES QUE ME PASO,YA VEZ QUE PUSE EL NEGOCIO DE NIEVES,LO TRASPASE A MAMA O SEASE QUEDO EN FAMILIA JE JE.
YA ME CANSABA Y NO TENIA TIEMPO PARA MI.NO ESTABA VENDIENDO,EMPEZE CON MUCHO ANIMO,PRIMER DIA VENDI 300,SEGUNDO DIA 350,TERCER DIA 200 Y FUE BAJANDO.ME AGUITE,SINCERAMENTE.

MAMA COMENZO CON ANIMO,VOLVIO A VENDER, QUE ES TODO ESTO,LA ACTITUD,LAS FANAS,LA CONFIANZA,LA FE,MUY BUEN POST ,DEJA LO VUELVO A LEER,QUE CALMA SIENTO AQUI,BESHOS
Y QUE TE ENCUENTRES BIEN

Unknown dijo...

Al final Monst, ¿qué somos si no un puñado de nuestras propias creencias?

Pensar positivo no está de moda, pero siempre funciona.

Créelo.